Por qué el fútbol brasileño de los años 90 es gloria y no el comienzo de la decadencia de los centrocampistas.

Mavid Data
6 min readJul 7, 2022

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por @JBozsik2

Mauro Silva y Dunga contra Baggio (1994)

Contexto para entender mejor el artículo: Durante una conversación en twitter la cuenta AllThingsSeleção ™@SelecaoTalk le pasó a Jozsef_bozsik2@JBozsik2 una entrevista a Tim Vickery [1] en donde este hacía una serie de comentarios sobre la evolución de la posición de centrocampista en Brasil. Una de sus conclusiones es que el triunfo en el Mundial de 1994 provocó una dictadura de los pivotes. Según Vickery eso provocó que Brasil dejase de producir lo que él llama “el centrocampista completo”. Jozsef_bozsik2@JBozsik2 aprovechó esta entrevista para explicar como nace y se populariza esta lectura, que en realidad no es original de Vickery, y porque @JBozsik2 está en desacuerdo con ella.

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Jozsef_bozsik2@JBozsik2: Este argumento es antiguo y creado en Band [2] en los años 90 y después repetido por Tostão en sus columnas en Folha contra el 4-2-2-2 a lo largo del siglo XXI. No estoy de acuerdo y voy a tratar de explicar el motivo

Es necesario entender el contexto de los 90. A finales de los 80 se percibió que no había motivo para defender los laterales del campo (bandas) con dos jugadores ya que los equipos solo abrían el campo con los laterales.

Luego, el “falso-ponta” (el medio que empezaba en punta y venía para dentro como Riva en 1970, Caju en 1974, Dirceu en 1978 y Socrates en 1982) se convierte en el cuarto centrocampista sin balón y no sólo con balón. Comienza el 4–4–2 a la brasileña (asimétrico), que variaba al 4–2–2–2 o al 4–3–1–2.

Band en los años 90 bajo el mando de Luciano do Valle reúne a ex-jugadores como Riva, Gerson, Tostão, Mario Sergio. La base estaba en São Paulo, donde desfilaban el Sao Paulo de Telê (Santana) y el Palmeiras de (Vanderlei) Luxemburgo.

Se creo una enorme crítica a la CBF [3] por entregar el mando a la dupla identificada con el fútbol carioca (Zagallo y Parreira). Band fue muy elocuente al pedir a Luxemburgo o el regreso de Telê para la selección. Y muy crítica con los jugadores cariocas en la selección

En lugar de Branco, querían a Roberto Carlos. En lugar de Dunga y Mauro Silva, querían a César Sampaio y Mazinho. En lugar de Bebeto, querían a Müller. Exigieron a Rivaldo, Edílson y Edmundo en el grupo de selección. Sao Paulo y Palmeiras deberían ser la base de la selección brasileña.

Después de las críticas exacerbadas en las eliminatorias, que incluyeron sospechas sobre el carácter de Parreira y la venta de convocatorias, la selección dejó de dar entrevistas a los reporteros de Band. Y fue así desde 1993 hasta la final de la Copa (del Mundo) en 1994. Nadie hablaba con ellos.

A partir de esa pelea, los cuatro ex-jugadores fueron muy elocuentes diciendo que Brasil jugaba con dos volantes exclusivamente marcadores (Dunga y Mauro) a diferencia del pasado cuando se jugaba con talentosos y técnicos. Comienza aquí la tesis de los dos volantes “brucutus” (brutos) del 4-2-2-2.

Vickery hace cuestión de señalar que Mauro y Dunga no solo fueron marcadores, sino grandes jugadores. No obstante, este es un descubrimiento reciente. Durante las últimas décadas, casi todo el mundo siempre se ha referido (erróneamente) a la dupla del 94 como volantes exclusivamente de marcación.

Este mismo error se extendió a las duplas de volantes del fútbol brasileño de los años 90, aunque Vickery aún no ha percibido esto. Por ejemplo, Dinho y Goiano (Grêmio) son vistos como una dupla de volantes pegadores y poco técnicos.

Error. Dinho era un extraordinario pasador, fallaba muy pocos pases, fue uno de los volantes preferidos de Telê, y tiraba las faltas como pocos. Goiano también le pegaba bien al balón, hacía muchos goles desde fuera y casi no fallaba lanzamientos largos.

Puedo hablar de muchos otros como: Rincon/Vampeta; Zé Elias/Marcelinho Paulista; Luizinho/França; Sampaio/Zinho, etc. Hay muchos volantes con buen pase como Djair, Pingo, Jamir, Donizete Oliveira, que eran vistos como meros marcadores porque hacían marcación individual.

No obstante, eran jugadores que defendían, eran aguerridos, pero sabían jugar la pelota. De la misma manera que rescataron a Dunga y Mauro Silva como jugadores muy técnicos y completos, también es necesario recuperar a estos volantes que quedaron con la marca negativa del discurso de la época.

Los años 90 (la década termina para mí en 2002) del 4-2-2-2 fue de gloria y no de destrucción en el fútbol brasileño. Tres finales de Copa (del Mundo), dos títulos mundiales, tres años seguidos con el mejor elenco en talento. Dunga fue el mejor primer volante de la historia del fútbol brasileño.

En los años 90, los equipos brasileños ganaron varias Libertadores. El Sao Paulo de Telê derrotó al Barcelona de Cruyff, o al Milan de Capello. El Palmeiras de Luxa era tan grande como el Sao Paulo de Telê. El Gremio de Felipão jugó mejor que Ajax de Louis van Gaal con un hombre menos desde el primer tiempo.

El Palmeiras de Felipão detonó al United y fue muy perjudicado por el arbitraje. Corinthians y Vasco eliminan a Real Madrid y United en 2000. Los equipos brasileños reciben inversiones abundantes del exterior debido al ancla del tipo de cambio (de divisas). Es un período de éxito y apogeo.

Grandes volantes y armadores surgieron en el período como Rivaldo (que casi siempre fue armador en Brasil), Dunga, Juninho Pernambucano, Zé Roberto, César Sampaio, Mauro Silva, Flávio Conceição.

Los años 90 no fueron un período de decadencia como se intentó vender desde Band, sino una época de apogeo del estilo brasileño de jugar al fútbol con muchos jugadores, talento y títulos. El 4-2-2-2/4-3-1-2 fueron la máxima expresión de ese juego que empezó a formarse allá atrás con Flávio Costa [4].

Vean este “Apito Final” (Silbido Final) [5] de 1998 con Luxemburgo y vean cómo el fútbol brasileño de Parreira y Zagallo era tratado con desdén y de degustadores de los volantes meramente marcadores.

Finalmente, si hubo una decadencia “defensivista” en el fútbol brasileño. Pero eso no empezó en los 90, sino después de 2002. En los 90 como en cualquier otra época, los equipos menores usaban más marcadores. Lo que sucedió después de 2002 fue que los mejores equipos brasileños se volvieron cínicos

Usted verá que después de 2002, varios equipos brasileños ganaron con volantes defensivos muy malos como Bruno Octávio y Marcelo Mattos o incluso con tres defensas y tres volantes. Esta decadencia se acentúa a partir de 2005 y no en los años 90.

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[1] Corresponsal sudamericano de fútbol de BBC Sport y residente en Brasil desde 1994.

[2] Rede Bandeirantes, también conocida como Band, es una emisora de televisión brasileña, perteneciente al Grupo Bandeirantes.

[3] Confederación Brasileña​ de Fútbol

[4] Se refiere a que Flavio Costa, mientras entrenaba al Flamengo a principio de los años ’40, introdujo una variación de la WM conocida como “La Diagonal” (3–3–4). Se organizaba de la siguiente manera: 3 defensas, 1 volante, 2 medios, 1 “ponta de lança” y 3 atacantes. Las alturas de los centrocampistas y el “ponta de lança” variaban, por lo que en lugar del célebre cuadrado mágico (líneas rectas) de la WM se posicionaban dibujando diagonales. El equipo acabó popularizando el término “volante” porque el jugador que ocupaba dicha posición era el argentino Carlos Volante. Su apellido se convirtió en sinónimo de la posición.

[5] Apito Final (1986-2010) era un programa deportivo en forma de mesa redonda transmitido por la Rede Bandeirantes (Band).

Anotaciones: Tweets de la cuenta Jozsef_bozsik2 @JBozsik2 en respuesta a tweets de la cuenta AllThingsSeleção ™@SelecaoTalk que me he encargado de recopilar y traducir. El título fue propuesto por el propio @JBozsik2 cuando recopiló este hilo en un tweet. Para leer los tweets en portugués necesitarán su permiso. He añadido cinco comentarios para ayudar a entender las referencias que usa @JBozsik2, porque he asumido que algunos lectores podrían desconocerlas.

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Mavid Data

Documentalista. Antropología del fútbol. Cuenta oficial, pero no oficialista.