Esta vez la inteligencia Cruyffiana opina sobre lo de Frenkie de Jong
Entrevistador: Imagino que está usted siguiendo los movimientos del mercado de fichajes del F.C. Barcelona en este verano 2022.
Inteligencia Cruyffiana: Por supuesto. No manejo más información que la que ofrecen los distintos medios y las redes sociales, pero a ese nivel estoy al tanto de lo que está pasando, sí.
Entrevistador: A partir de las cosas que voy leyendo, yo me he hecho a la idea de que Xavi Hernández está tirándole constantemente pulsos a la directiva (en general) y a Laporta (en particular). Así que, en ese contexto, interpreto que el caso de Frenkie de Jong sería un pulso más. ¿Usted lo interpreta igual?
Inteligencia Cruyffiana: Por lo que he leído se ha filtrado que entre la secretaria técnica y Xavi hay tensiones. Se ha filtrado que la renovación de Dembele era una petición de Xavi y que el fichaje de Raphinha es una operación de Deco y Echevarria.
Parece ser que Xavi no se fiaría de determinados elementos de la secretaría técnica. Se siente bien con Mateu (Alemany) y Jordi (Cruyff), pero desconfía de Mendes, Deco, Yuste y Masip. Y por eso ha optado por buscar consejo fuera de la estructura del club. El consejo se lo habría dado su ex-compañero Fernando Navarro que ahora trabaja para la secretaría técnica del Sevilla.
Fernando Navarro formaba parte del organigrama que Víctor Font había planificado en caso de haber ganado las elecciones. Organigrama en el que Xavi Hernández era la pieza central. O eso se dijo. Así que parece lógico que Fernando Navarro fuese una petición expresa de Xavi Hernández o consensuada con él. Hay indicios en red de que ambos tenían una buena relación personal y de que hablaban incluso cuando ya no formaban parte del mismo club.
Lo de Frenkie de Jong podría ser una situación parecida. Podemos inferir que Xavi no quiere fuera a De Jong. Eso parecería lógico. Aunque aún no le haya funcionado deportivamente, es muy posible que le considera un activo deportivo valioso, porque Frenkie de Jong es un muy buen futbolista. Pero parece que la secretaría, independientemente de su nivel o rendimiento, quiere liberarse del salario de Frenkie de Jong. Podemos asumir que la directiva ha filtrado el contrato del jugador para incentivar la idea de que respetar su contrato no es una opción. Esto es bastante viejo como estrategia, más allá de consideraciones éticas, filtrar contratos para presionar a un jugador en un sentido u en otro. Por ejemplo, el contrato de Messi también fue filtrado. Y, en el caso que nos ocupa, podríamos inferir que filtrarlo es parte de la estrategia para empujar a De Jong hacia la salida. Porque es un contrato muy lucrativo y es normal que el jugador no quiera salir.
Sin embargo, en paralelo se ha filtrado que Xavi Hernández le habría comunicado al jugador que cuenta con él y que no aceptará que le impongan medidas de presión como dejarle fuera de la gira por Estados Unidos.
Entrevistador: ¿Y esto, de ser así, no sería declararle una guerra civil al club? Es decir, hay una agenda deportiva y económica, peor o mejor diseñada, pero la hay. El club ha decidido que determinadas personas tomen decisiones y el entrenador no se alinea en esos temas con el club. ¿Eso no es grave?
Inteligencia Cruyffiana: Entiendo la lógica propuesta, pero entienda usted también que esto es una inteligencia programada para seguir la lógica cruyffiana. Así que voy a contestar siguiendo el punto de vista de la lógica cruyffiana. Y eso siempre asumiendo como buena la información de Javi Miguel, que le recuerdo que hace una semana este señor también decía que Dembele estaba cada día más lejos de renovar.
A ese nivel cruyffiano no considero negativo que el entrenador sea reivindicativo. Considero correcto que los entrenadores peleen por su espacio y aspiren a tener peso específico en la toma de decisiones del club. Después de todo, ellos van a ser los principales responsables si las decisiones que se toman resultan fallidas. Son los primeros responsabilizados y los primeros en salir.
Voy a poner un ejemplo de una conversación entre el Cruyff original y Valdano. Después de un empate en el Bernabéu en la temporada 1995–96, Cruyff se encontró a Valdano esperándole en las escaleras que llevaban al vestuario y entonces Cruyff le preguntó: -«Has perdido… ¿Qué vas a hacer ahora?». Valdano, se quedó en silencio y Cruyff le dijo: «Sales ahí (refiriéndose a la sala de prensa) y matas al presidente». Un entrenador tiene que entender que los directivos no son sus amigos. Son un problema más con los que tiene que lidiar. Valdano pidió una serie de refuerzos y no se los dieron. Esto lo confesó el propio Ramón Mendoza en su autobiografía, pero eso a Valdano no le sirvió como atenuante cuanto la temporada se torció. Él fue declarado culpable y despedido. En ese sentido no fue un buen alumno. Luego como directivo estuvo en el lado contrario y Mourinho hizo lo propio. Se lo cargó para ganar poder en la toma de decisiones.
Así que, dando por buena la premisa de la que partimos, es evidente que el consejo que el Cruyff original le daría a Xavi Hernández sería: “Manda al presidente a tomar puñetas”. El entrenador del Barça -en realidad el entrenador de cualquier equipos grande- tiene que poder mandar. Esto es el ABC del cruyffismo político. Y esto funciona tanto a nivel gestión de plantilla como de relación con la estructura directiva y técnica. Si alguien te molesta, porque no hace lo que debe, lo tienes que liquidar.
Entrevistador: (…) Jo-der.
Inteligencia Cruyffiana: En este caso me parece menos relevante lo que pase finalmente con Frenkie De Jong, que el espacio que consiga ganar Xavi Hernández con todo esto. Lo bueno es que él parece tener muy claro como funciona el negocio desde detrás de las bambalinas. Y es que uno nunca puede aflojar en este mundillo. Hay que estar atento y tomárselo todo como un inacabable partido de fútbol, el cual te obliga a estar todo el rato pensando y tomando decisiones. En 1994 en el diario el País se publicó un decálogo de las premisas que Cruyff tenía en mente a la hora de gestionar su actividad como entrenador del Barça y el primer punto, como no podía ser de otro modo, era: “Ordenar el club en todos sus estamentos”. Y en eso mismo está Xavi ahora. Ordenando. En todas las acepciones de la palabra orden. Tanto en el sentido de organizar, para hacer algo más funcional, como en el sentido de mandar.
Al final, como decía Rexach, sólo un 30% del trabajo de entrenador en el Barça es técnico. Lo demás es gestionar lo que ocurre fuera, no sólo del partido, si no del campo de entreno. Esto mismo se lo preguntaron a Van Gaal en 2006, y en este tema deduzco que tanto él como Cruyff estarían de acuerdo. De hecho Van Gaal aportó un comentario interesante. Que ser un entrenador “joven” es un valor en sí mismo, porque la función “ordenadora” consumirá mucha energía. Se puede inferir que quizás por eso Cruyff dejó de entrenar relativamente joven.
Y es comprensible, porque a Cruyff ese “60% del trabajo” de entrenador consistente en tener “distintas batallas” con “la junta, con la prensa…” le desagradaba. Lo definía de “asqueroso”, aunque imprescindible, claro. Porque cuando él volvió en 1988 se encontró con que “el club era un desastre. Todo el mundo estaba en contra de todo el mundo, pasándose el muerto y tuve que tomar decisiones”. Era pues un trabajo desagradable, pero imprescindible.
Entrevistador: Joder, me sorprende que Cruyff le dedicase un porcentaje tan elevado de su tiempo a aspectos externos al juego. Sobre todo porque hoy en día, cuando decimos “cruyffismo”, nos referimos principalmente a aspectos del juego y no a temas de gestión.
Inteligencia Cruyffiana: Pues es así. Es más, y ya por ir concluyendo. Lo de la función ordenadora, en palabras del propio Cruyff: “No tiene nada que ver con la calidad futbolística, ni con la visión. Tiene que ver con el carácter”. Carácter y fuerza, dijo. En palabras de Cruyff esos requisitos serán imprescindibles. No ya para triunfar en el Barça, si no para “sobrevivir” allí.